Durante siglos han sido los lamas del Tφbet los celosos criadores de este peque±o perro, cuyos orφgenes se remontan literalmente a la noche de los tiempos. Ademßs, eran considerados como reencarnaciones de los propios lamas y utilizados como guardianes de los tesoros de los templos budistas. Eran precisamente estos peque±os perros que, debido a su especial sensibilidad, los que primero daban la alarma ante la proximidad de cualquier peligro, haciendo despuΘs intervenir a perros de tama±o mßs grande y, por tanto, mßs eficaces para la guarderφa. El Lhassa Apso era entonces objeto de regalo frecuente entre los propios lamas e incluso entre las familias nobles, por lo cual era considerado como mensajero de fortuna y paz.